Utilizamos granos de kéfir frescos y mantenidos en lugar fresco y seco.
Utilizamos la mejor leche entera fresca y pasteurizada para su mejor calidad junto a esto se lavan regularmente para eliminar cualquier residuo de leche o bacterias no deseadas y manteniendo el kéfir a una temperatura adecuada.
Cuidados basicos del Kefir.
Mantenga los granos de kefir en un lugar fresco y seco: los granos de kefir se deben guardar en un recipiente cerrado y en un lugar fresco y seco. No deben guardarse en el refrigerador.
Limpie los granos de kefir regularmente: es importante lavar los granos de kefir regularmente para eliminar cualquier residuo de leche o bacterias no deseadas. Se recomienda lavar los granos con agua tibia y una pizca de sal, y luego dejar que se sequen al aire libre.
Utilice leche fresca y pasteurizada: para preparar kefir, se recomienda utilizar leche fresca y pasteurizada. La leche cruda puede contener bacterias que pueden afectar la fermentación del kefir.
El kefir es un producto lácteo fermentado que se obtiene a partir de granos de kefir, que son una mezcla de bacterias y levaduras. Los granos de kefir se pueden utilizar para preparar bebidas lácteas o para fermentar otros alimentos. Aquí hay algunos consejos para cuidar y mantener el kefir:
Utilice granos de kefir frescos: los granos de kefir deben ser blancos y flotar en la leche. Si los granos son marrones o tienen un olor a amoniaco, es probable que estén dañados y no deben utilizarse.
Mantenga los granos de kefir en un lugar fresco y seco: los granos de kefir se deben guardar en un recipiente cerrado y en un lugar fresco y seco. No deben guardarse en el refrigerador.
Limpie los granos de kefir regularmente: es importante lavar los granos de kefir regularmente para eliminar cualquier residuo de leche o bacterias no deseadas. Se recomienda lavar los granos con agua tibia y una pizca de sal, y luego dejar que se sequen al aire libre.
Utilice leche fresca y pasteurizada: para preparar kefir, se recomienda utilizar leche fresca y pasteurizada. La leche cruda puede contener bacterias que pueden afectar la fermentación del kefir.
Mantenga el kefir a una temperatura adecuada: el kefir se fermenta mejor a una temperatura de entre 20-30°C. Si la temperatura es demasiado baja, la fermentación puede ser muy lenta, mientras que si es demasiado alta, puede producirse una fermentación rápida y excesiva.
Conserve el kefir en el refrigerador: una vez que el kefir está listo, debe guardarse en el refrigerador para evitar que siga fermentando y se vuelva demasiado ácido.
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